El formato habitual es de entre uno y tres días de duración. Los encuentros con el escritor o los escritores, siempre gratuitos, articulan todo el festival. Cuando el pueblo cuenta con centro escolar, se programan talleres o coloquios con el alumnado. Además, en la programación también se incluyen charlas con autores locales y otras actividades culturales vinculadas a la literatura, como acciones poéticas, espectáculos teatrales y conciertos, entre otras.
Los pueblos pequeños se encuentran fuera de los circuitos editoriales tradicionales. Los encuentros con escritores y los festivales literarios se organizan habitualmente en ciudades grandes, privando a los habitantes de los pueblos del acceso a estas actividades. Esto se traduce en desigualdad de oportunidades.
Desde que pusimos en marcha la Red rural de festivales literarios, hemos demostrado que los pueblos son lugares idóneos para celebrar estos eventos: la asistencia de público y la venta de libros superan en muchas ocasiones a las de los festivales literarios urbanos.
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